El Plan de Transporte presentado por el Govern Armengol es «poco creíble» y «oportunista» en una legislatura que ya dan por “perdida”. Lo dice muy claro el GOB, que no es precisamente sospechoso de ser contrario a los partidos del Pacto. Desde la entidad ecologista consideran que «no hacían falta tres años y medio de legislatura para extraer un diagnóstico y una serie de medidas a ocho años vista y sin presupuesto».
Según el GOB el Ejecutivo autonómico ha presentado nuevos proyectos de tren, metro y tranvía «como si fuera una revolución» tras «una legislatura en blanco excepto nuevas líneas de bus». La asociación ecologista de referencia en Mallorca opina que el Govern «no hace más que prometer» y que hay medidas «más que lógicas» que ya se podrían haber llevado a cabo. Además, lamentan que «el único presupuesto que hay siempre disponible es para nuevas carreteras». A su juicio, la legislatura «era una oportunidad para hacer una planificación integral de movilidad en la isla», deteniendo las previstas en el plan del 98, desplegando la red ferroviaria «como se han comprometido eternamente» e integrando la movilidad de la región metropolitana de Palma a nuevos esquemas «que no deberían pasar precisamente por construir segundos cinturones ni otras vías de mayor capacidad».
«No es de recibo que a estas alturas y a menos de un año de las elecciones, pretendan que nos creemos las ideas», asevera el GOB, que señala que era «el momento de pasar a la acción» y «a la ejecución».
Por otro lado, piden al Consell y al Govern que aprovechen el recurso interpuesto contra la «autopista» Llucmajor-Campos para detener y retirar «definitivamente» el proyecto de desdoblamiento de la vía, cuyas obras estaban previstas comenzaran en julio. Esta marcha atrás implicaría «un cambio en la manera de concebir las soluciones a la densificación del tráfico» e «iría en sintonía con las declaraciones públicas de la presidenta» y «con las intenciones de abordar una ley de transición energética y cambio climático».