Las asociaciones de enfermos renales y trasplantados ALCER y de personas con diabetes ADIBA muestran su preocupación por la imposición de acreditación lingüística como requisito para los profesionales de la Sanidad pública en Baleares. Su presidenta, Manuela de la Vega, destaca que nunca ha sido un problema el catalán y «sabemos las consecuencias que van a recaer sobre nosotros y nuestra salud; las listas de espera se van a alargar y no queremos ver a nuestros profesionales estresados y quemados por sobrecarga asistencial. Por eso, ambas entidades, con 1.700 asociados, van a apoyar la protesta de ‘Mos movem’ contra el ‘decretazo’ en Palma el próximo 18 de febrero, después del éxito de la movilización anterior en Mahón (en la imagen).
