Podemos quiere emprender desde principio de la legislatura una cruzada contra las terrazas en Palma, como en otras ciudades españolas. En el caso de la capital balear tuvieron que dejar dormir el tema un tiempo tras el fiasco del primer y último referéndum convocado por el Ayuntamiento. Tras la estrepitosa derrota en la consulta popular sobre las terrazas en el Borne, en Cort empezaron a trabajar en una ordenanza para regular el uso que del espacio público pueden hacer bares y restaurantes en toda la ciudad. Ahora ya tienen el texto y los afectados se rebelan. Para empezar los empresarios lo quieren conocer con detalle y el ‘Govern de la gent’ no les ha dado apenas dos días para que se lo estudien. Así tras el anuncio de plantón de los representantes de restauración, la teniente de alcalde Aurora Jhardi les ha concedido más tiempo, como explicaba en el informativo insular de esRadio97.1. Según manifestaba, espera conseguir «consenso» aunque sabe que la oposición del sector es grande y el temor, que sus negocios se vean perjudicados y que ello les obligue a tener que prescindir de personal. Aparte están las diferencias internas entre los socios del Pacto en Palma.