El Govern balear, que asegura apoyar a la Industria y apostar por ella, no ha podido evitar dos nuevos cierres. El destino ha unido en un mismo día a dos marcas de refrescos, a una multinacional y a una empresa autóctona que litigaron por el nombre. Pepsi clausura su planta en Marratxí, después de 55 años de funcionamiento, y Pep Lemon cierra “para repensar el proyecto y buscar nuevos socios”.
De nada ha servido el millonario Plan de Industria del Govern, que prometía 3.000 nuevos puestos de trabajo. Presentado solemnemente el 22 de enero ante la Mesa de Diálogo Social (momento de la imagen), el Ejecutivo del Pacto anunció que destinaría 105 millones de euros a impulsar y modernizar el sector. “El objetivo es -declaró entonces la presidenta, Francina Armengol- poner los fundamentos de la economía del futuro”. Además, en otro momento de su alocución, la socialista sostuvo que el primer Plan de Industria de Baleares “conducirá a nuestra economía a un modelo productivo más diverso y competitiv”.
Ni dos meses después, tras el cierre de la productora de vidrio artesanal mallorquina Lafiore, Pepsi abandona su planta en Mallorca y Pep Lemon también anuncia que no puede seguir, si bien espera que no sea un cierre definitivo. Según ha explicado la fundadora de la empresa, Carmen Verdaguer, en esRadio97.1, se trata de una “pausa” por las dificultades vinculadas a la distribución. Además, precisamente tienen un litigio abierto todavía -actualmente ante el Supremo- con Pepsi por el nombre que le pusieron a su bebida, elaborada con limones de Mallorca.
Preguntada por si el Govern podría haber ayudado y haber evitado el cierre de Pep Lemon, por ejemplo con ayudas u otras medidas del Plan de Industria vigente, Verdaguer respondía de forma inequívoca en ‘Es la mañana de Baleares’: “no creo que la Administración sea la encargada de solucionar nuestros problemas”.