La UIB ha cerrado el expediente abierto al decano de la Facultad de Filosofía y Letras por retirar una estelada que unos independentistas querían dejar en el edificio Ramon Llull. Miquel Deyà ya no tiene motivos de preocupación por un capítulo denunciado por su predecesor en el cargo. Sin embargo, había llegado a contratar un abogado: no porque le asustaran las posibles consecuencias, “pero hay que defenderse”, según declaraciones a esRadio97.1.
Porque desde que se produjeron los hechos, el 22 septiembre, la Universitat de les Illes Balears ha valorado si el decano actuó correctamente o si debía adoptar alguna medida disciplinaria contra él. Ahora Deyà asegura que “olvido este tema, tengo cosas mejores que hacer”.
A la pregunta de si se ha impuesto el sentido común o la lógica, responde que “la lógica se habría impuesto si no se hubiera abierto el expediente o no hubiera tardado cinco meses en archivarse”. Aunque lo atribuye a una acción personal del ex decano Nicolau Dolç, por haber perdido las elecciones en las que ambos se enfrentaron, la causa independentista y el nacionalismo imperante en la Universitat de les Illes han sido claves para llegar a este punto. Tras el archivo, Deyà ha asegurado en ‘Es la mañana de Baleares’ que «el pasteleo es lo que persigue la actuación de los actuales dirigentes de la UIB. Les preocupa más la apariencia que la esencia».
Por otra parte, según el decano de Filosofía y Letras, “si queremos mantener la convivencia en el claustro de la UIB no tiene que haber ninguna bandera. La universidad no puede ser el terreno para disputas políticas sino un espacio de entendimiento”.