Los partidos se han enzarzado en el Parlament balear a cuenta de la moción de censura de Pedro Sánchez y el Caso Gurtel. Adelantándose en dos días al debate en el Congreso, los diputados autonómicos defendieron sus respectivas posturas de partido, con una presidenta Armengol entusiasmada con la posibilidad de trasladar el Pacto de las Islas a la Carrera de San Jerónimo, aunque la aritmética no lo permita.
Los socios podemitas y nacionalistas atacaron al PP en la oposición y la jefa del Ejecutivo aseguró que es “anormal que Rajoy no haya dimitido y que su partido no se lo haya exigido”. Mientras la consellera de Hacienda, Cladera afirmaba que “el PP no tiene vergüenza” y que “se tendrían que callar la boca”. Respondió así, aludiendo a la financiación del Partido Popular, cuando le preguntaron por la financiación de los consells insulares.
Por su parte, el que fuera primer conseller socialista de un Pacto, Joan Mesquida -que después de 32 años de militancia activa y numerosas responsabilidades en Madrid y Palma se ha dado de baja del PSIB-PSOE- calificaba la moción de censura como “extraña”. Asimismo, el promotor en su día de una plataforma ‘forma parte de la solución’ (en la imagen) apuntaba en su columna radiofónica en ‘Es la mañana de Baleares’ que para que prosperara “habría que pagar un peaje enorme”, fundamentalmente por depender de los independentistas y apostillaba que “hay que pensar en el día siguiente”.
Por otro lado, las diferencias en el seno del pacto se visibilizaron nuevamente en el Parlament en el transcurso del debate de la Ley de la Vivienda. El texto fue aprobado por los partidos que sostienen a Armengol pero Més y Podemos se desmarcaron de los socialistas en la enmienda Nadal. Acusaron al PSIB de hacer «urbanismo a la carta» y favorecer al tenista. En este mismo sentido, la ex presidenta del Parlament, Xelo Huertas sostuvo que el Govern «da carta blanca a un proyecto corrupto» refiriéndose a la urbanización de Son Bordoy, en Palma. La ex podemita recordó a Armengol la denuncia del GOB de “sospechosos intereses del PSIB y sa Nostra” en la construcción de 750 nuevas viviendas junto a El Molinar. La jefa del Ejecutivo reiteró que las afirmaciones de los ecologistas “son falsas” e indicó que “valorarán el proyecto en base al interés general”.