Una desconocida de la política, Rosario Sánchez Grau, sustituye a una veterana, con diferentes responsabilidades a lo largo de su dilatada trayectoria. María Salom, que ocupó el despacho en noviembre de 2016 procedente de la oposición en el Consell de Mallorca, había ocupado en la anterior legislatura la presidencia de la institución, tras ser durante 8 años diputada en el Congreso, de donde mantiene importantes amistades y contactos en el Partido Popular (PP), en el que es mucho más que una militante. Declaraba que «ha sido un orgullo representar al Gobierno de Mariano Rajoy», a la vez que expresaba su «gratitud a los inmensos trabajadores públicos que tenemos en las Islas».
Su futuro todavía está por escribir, cuando acaba de cerrar una etapa y por primera vez en lustros no tiene una responsabilidad institucional. En su última entrevista en el cargo al que accedió amadrinada por Soraya Saénz de Santamaría, Salom confesaba en esRadio97.1 que estaba mentalizada para abandonarlo y ofrecía su punto de vista sobre el futuro de su formación. Aseguraba no tener inconveniente en pasar a ser afiliada sin más, aunque a disposición de su partido y de su presidente en Baleares: » Biel Company es el candidato y ayudaré en lo que se me pida en mi partido para que sea el próximo presidente de la Comunidad Autónoma».
Ahora, a nivel nacional, opina que el PP debe centrarse en elegir al próximo presidente. Para la aún delegada del Gobierno, «no es el momento de hablar de ideología», como planteó el ex presidente autonómico José Ramón Bauzá en la Junta Directiva Nacional de su partido. Añade que no era «ni el momento para hacerlo, ni las formas eran las correctas». En su opinión, «el PP está en un proceso de cambio para dar a sus afiliados un proyecto de unidad, serio, sólido y que pueda afrontar con garantías los retos a los que se enfrenta España».
Sobre el candidato a suceder a «un gran presidente», Mariano Rajoy -al que «el tiempo pondrá en su sitio: cogió un país hundido y lo ha situado de nuevo al frente de la recuperación económica- no se ha pronunció, aunque definió los requisitos que en su opinión debería cumplir en ‘Es la mañana de Baleares’: «tal vez que esté en el Congreso, con las ideas clarísimas, que no tenga miedo, que sepa expresarse con contundencia, frente a los retos que tendrá durante los próximos meses, a la hora de hacer una oposición a lo que haga Pedro Sánchez, a lo que diga Pablo Iglesias y que no tenga miedo, ni pelos en la lengua a la hora de hablar y que sea capaz de generar ilusión».
Aunque el primer requisito apuntado por Salom para el próximo presidente del PP fuera que tenga escaño en la Carrera de San Jerónimo, respondió instantes después que no descarta al presidente de la Xunta de Galicia y gran favorito en las quinielas, Alberto Nuñez Feijó. Preguntada por su amistad con Soraya Saez de Santamaría contestó que también tiene otras importantes dentro del partido.
Por otro lado, la de momento última delegada del Gobierno del PP en Baleares, señaló que lo que termina con el relevo en Moncloa es el discurso victimista de Armengol y el Pacto. «La presidenta que ha fiado toda la estrategia de legislatura al ‘Madrid me mata’ se debe estar arrepintiendo mucho y ¿ahora que pasará cuando Pedro Sánchez le diga que no a las pretensiones del Govern?». Asimismo, Salom recordó que los socialistas y sus socios decían que «hay que tumbar al Gobierno del Partido Popular porque hay que derogar la reforma laboral. ¿Y ahora qué pasa? La reforma laboral no se va a derogar». Según la ‘popular’, «hay mucha gente indignada con la moción de censura y cómo el PSOE -que sólo tiene 84 escaños- ha llegado al Gobierno sin programa, de la mano de los independentistas catalanes y Bildu. Hay una gran parte de la sociedad española preocupada por el futuro».
A la hora de su despedida, Salom destacaba que este verano ya está en marcha el mayor operativo de seguridad de la historia de Baleares en temporada alta. Afirmó que se puede marchar «con la satisfacción de haber incrementado los refuerzos estivales de la Policía y la Guardia Civil». Igualmente indicaba que «hemos trabajado mucho en barrios como Son Gotleu y la Playa de Palma, con reuniones con asociaciones de vecinos y Policía, para mejorar la seguridad» y «habría ayudado a que el Ayuntamiento de Palma hubiera aprobado en tiempo y forma su anunciada ordenanza municipal». Mientras, como asignatura pendiente propia señalaba la inminente modernización de la Administración General del Estado en las Islas, «con una inversión de unos 3 millones de euros en edificios y otros servicios», ya comprometidos con la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría. Ahora «otros se podrán colgar las medallas» de éstas y otras realizaciones del Gobierno Rajoy, se lamentaba.