Jaume Matas ya ha dormido de nuevo en la cárcel. A diferencia de Iñaki Urdangarín y Diego Torres, el ex presidente del Govern balear prefirió evitar el paseillo en el Palacio de Justicia de Palma para recoger la citación e ingresó voluntariamente en la prisión de Aranjuez. Mientras el marido de la Infanta Cristina y su ex socio en Noos tienen de plazo, por decisión de la Audiencia Provincial, hasta el lunes para empezar a cumplir sus condenas.
Por su parte, el denunciante político del caso, el abogado Antoni Diéguez ha declarado en esRadio97.1 que «no es ninguna alegría que nadie ingrese en prisión, aunque uno considere que las conductas que han llevado a cabo no sean las correctas. El objetivo es que la Justicia funcione y la mentalidad sea exigente frente a los cargos públicos». En este sentido, el ex diputado autonómico socialista y actual presidente del Consell Consultiu de les Illes ha reconocido que no sabía hasta donde podían llegar las consecuencias lo que expuso hace 12 años y que apenas tuve repercusión mediática nacional e incluso en Baleares fue relativa.
Por otro lado, Diéguez (en la imagen en sus tiempos como parlamentario) ha negado haber recibido presiones en su día, ni desde la Casa Real, ni desde el PSOE, por implicar al yerno del entonces Rey Juan Carlos en una denuncia contra el malgasto de fondos públicos. Además, el mismo ex diputado del PSIB considera que desde 2006 la percepción de la sociedad sobre la corrupción ha cambiado y que entonces los fastos de los partidos políticos eran vistos incluso como una bandera, que las formaciones exhibían como un símbolo de fuerza o éxito.