La construcción ha vuelto parcialmente a la actividad tras el parón por coronavirus. Es un sector que puede seguir trabajando pese al confinamiento en los hogares, salvo en el caso de reformas de viviendas, así como en obras en el casco antiguo de Palma. El “rendimiento es bajo”, según el presidente de la Asociación de Constructores de Baleares, Eduardo López, que pide a los gobernantes, fundamentalmente del Pacto, que ayuden a evitar el colapso de la economía insular: «que se pongan las pilas y actúen de forma rápida y eficaz para evitar que, en dos o tres meses, el sector quede totalmente paralizado”.
El mensaje lanzado y recogido tanto por esradio971.com, como por esRadio97.1, en ‘Es la mañana de Federico’, es claro: “necesitamos eficacia y necesitamos dedicación. Nadie entendería que la Administración no pusiera los medios suficientes para poder corregir la ineficiencia que padecemos actualmente”, declara y denuncia el presidente de la Asociación de Constructores de Baleares.
Según Eduardo López, el sector «está afrontando muchísimas dificultades y si no ponemos todos de nuestra parte será difícil que podamos salir de esta situación”. Lo que piden no es más que lo que debería ser normal. «Sobre todo, necesitamos que las licencias tanto de primera ocupación como las de obras, las autorizaciones de ocupación de vía pública y todos los trámites que tenemos que realizar con los Ayuntamientos, Consells y Govern, se hagan de una manera francamente rápida. Si no los hacemos así -abunda- impediremos que la Construcción pueda aportar su máxima contribución a mitigar los efectos de la crisis sanitaria producida por el COVID-19, que ya ha impactado gravemente en el tejido empresarial, provocando una crisis económica y social, en un momento en el que otros sectores importantes, como el Turismo, ha sido obligado a imponer un parón total, o el Comercio que también experimenta grandes limitaciones su actividad”.
“Vivimos una situación excepcional, una crisis que ya amenaza la supervivencia de miles de empresas y trabajadores autónomos y que traerá consigo una masiva destrucción de empleo en nuestras islas. Y el sector de la construcción está en condiciones de contribuir a paliar la dramática crisis provocada por el COVD-19″, manifesta Eduardo López.
Reivindicaciones concretas
Entre las principales reivindicaciones con las que los constructores destaca la suspensión en la aplicación de las ordenanzas municipales de ruidos y bandos municipales que impiden o limitan el trabajo, como mínimo, durante el año 2020. Asimismo, reclaman la agilización y digitalización de trámites administrativos y burocráticos desde la primera fase (concesión de licencias tanto de obra mayor como menor), durante la ejecución (ocupaciones de vía pública, carga y descarga, permisos de paso de camiones de determinado tonelaje, etc.) y hasta la finalización (concesión del final de obra municipal y las cédulas de habitabilidad).
Las Administraciones lo podrían lograr con las herramientas electrónicas en todos los ayuntamientos y Consells y, en su defecto, establecer un sistema presencial efectivo, con las medidas de seguridad necesarias, de citas individuales para evitar aglomeraciones. “Durante el estado de alarma resulta imprescindible que los registros de entrada de los distintos organismos se encuentren operativos y no se puede paralizar nuestra actividad por parte de la administración, impidiendo la entrada de solicitudes y demás documentación necesaria para el desarrollo de la actividad”, señalan los constructores.
Incentivar obras y apostar por viviendas asequibles
El presidente de los constructores de Baleares pone igualmente especial énfasis en la “urgencia” y la “necesidad” de “incentivar la inversión, tanto en obra pública como privada”. En este sentido, Eduardo López defiende la “reactivación y el impulso de la licitación para favorecer la actividad de la Construcción y, también, para que el sector turístico pueda al menos aprovechar para renovarse y mejorar su oferta de calidad dada la ausencia de turistas prevista para el presente año”.
En obra pública “es imprescindible retomar los expedientes de licitación paralizados, la publicación de anuncios, recepción de ofertas, aperturas, adjudicaciones, y formación de contratos, así como aumentar la inversión, permitiendo que los ayuntamientos con superávit puedan destinarlo en la realización de obras municipales, lo cual beneficiará no solo al sector de la construcción, sino que irá en beneficio de los ciudadanos de cada municipio”, según López.
En el ámbito de la inversión privada, el mismo portavoz del sector resalta “la necesidad de impulsar la inversión en el sector turístico, favoreciendo las reformas y rehabilitaciones de establecimientos hoteleros, otorgándoles una licencia de obra exprés e incentivándoles a la realización de la inversión, mediante fórmulas que pueden contemplar una mayor edificabilidad o el incremento de categoría, entre otras. Y estas obras deben realizarse durante los meses de paralización de su actividad”.
Por otra parte, y “ante la problemática existente de falta de vivienda asequible para los ciudadanos de las islas, ahora más que nunca, es el momento de contar con una estrecha colaboración público-privada, es primordial construir vivienda asequible para ponerla en el mercado en los próximos años”, según la Asociación de Constructores de Baleares en un comunicado. La falta de construcción de vivienda dificultará considerablemente el acceso a la misma, empeorando el problema social existente.
Menos cargas, por favor
La patronal integrada en CAEB también reclaman la aprobación de medidas concretas en materia fiscal “para reducir la carga que se ven obligadas a soportar las empresas en estos momentos de tanta dificultad en los que es necesario que las administraciones arrimen el hombro por el bien de los ciudadanos”.
Las principales medidas propuestas contemplan la bonificación del ICIO (Impuesto de Construcciones e Instalaciones y Obras) en un 50% en las edificaciones que se inicien en el 2020 y 2021 y el aplazamiento sin intereses a un máximo de 24 meses.
La Asociación de Constructores de Baleares concluye solicitando una moratoria en el pago de la Tasa de ocupación de vía pública, durante los próximos 12 meses al levantamiento del estado de alarma y la bonificación del Impuesto de Actividades Económicas en un 50%.