El consumo eléctrico no para de crecer en Baleares. Y no es un mal dato. Todo lo contrario, es un indicador de la reactivación de la actividad económica del archipiélago.
Endesa cifra el incremento este 2022 en un 16% en el último año y un 8% respecto a antes de la pandemia. Los datos los aportaba el director general de la principal compañía eléctrica en la Comunidad, Martí Ribas, en entrevista en ‘Es la mañana de Baleares’, con Gabriel Torrens.
Curiosamente señalaba, que aún siendo bueno para su cuenta de resultados facturar más, para la empresa no es una prioridad el aumento del consumo, sino un uso racional de la energía. Además, en esta misma línea se centran los esfuerzos de Endesa por la sostenibilidad, a la vez que se potencian las denominadas energías alternativas o limpias, que sin embargo, apenas superan el 1% del consumo total en Baleares. Mientras, las Islas, como Comunidad, eminentemente turística, tienen sus puntas de consumo en verano, coincidiendo con la temporada alta. Asimismo, las altas temperaturas de este verano, tienen incidencia en el consumo, tanto entre particulares, como entre empresas. Por otro lado, el aumento del precio de todos los productos, en general, y de la energía, en particular, también lleva a intentar ahorrar a las familias, en este sentido, es el propio Martí Ribas quien ofrece consejos prácticos para abaratar la factura, a la vez que Gabriel Torrens recuerda que no sólo se paga el consumo energético, sino muchos impuestos; que la luz tiene diferentes gravámenes que suponen prácticamente la mitad de su precio y que el mantenimiento de las instalaciones, junto a inversiones de mejora, son vitales para evitar cortes en el fluido eléctrico y garantizar el suministro.
Apartado aparte, merecen los enganches ilegales para plantaciones de marihuana, que representaron para Endesa en el conjunto de España en 2022 el equivalente al consumo de todo un año de la ciudad de Palma. El director general de la eléctrica en Baleares manifiesta en esRadio97.1 el peligro que supone para la seguridad de quien manipula las instalaciones, así como el fraude que representa, con el consiguiente perjuicio económico para la sociedad en su conjunto.