El niño de 14 meses que el pasado 24 de abril tuvo que ser trasladado de urgencia en un avión de las Fuerzas Armadas a Madrid ya ha salido de la UCI en la que fue ingresado y no tendrá secuelas de su actual afección. El pequeño se encuentra desde el viernes en Planta, «fuera de peligro», recuperándose. Han sido 18 días en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del prestigioso hospital 12 de Octubre, en el que sigue ingresado «en estado estable, con oxígeno». Todavía queda un tiempo para su alta y vuelta a casa, según explicaciones de la doctora Sylvia Belda en esRadio97.1, donde, por otra parte, ha adelantado que podrá hacer vida normal. Si todo va bien no le quedarán ni secuelas.
La pediatra y responsable del traslado ha destacado en ‘Es Salud Baleares’ que «la familia -que ha definido como «excepcional»- ha tenido optimismo, alegría y mucha fuerza para luchar con Adolfo, lo que es fundamental». Aunque subraya que el niño «está todavía muy flojito», la doctora Belda también ha indicado que «cada día va ganando fuerza». Ya ha empezado a tomar alimentos por boca, si bien la mayoría le son suministrados por sonda.
La vida de Adolfo pendía de un hilo cuando tuvo que ser trasladado de madrugada por el Ejército del Aire desde Palma, a bordo de un C295 hasta la base militar de Torrejón de Ardoz. Los médicos que le atendieron consideraron conveniente su traslado de urgencia al 12 de Octubre, por los equipamientos y experiencia de este hospital, así como su capacidad de organizar el operativo.
El niño, que se debatía entre la vida y la muerte en Son Espases, embarcó con un equipo especializado llegado hasta Mallorca, comandado por la doctora Belda,pediatra del 12 de Octubre, que explicaba que el estado del paciente era «tan grave que era imposible trasladarlo sin maquinaria puesta, porque cualquier pequeño movimiento del niño hacía que su vida corriera peligro». Según relataba, «tenía el pulmón muy dañado, roto por la neumonía que padecía» y anticipaba que tardaría «un tiempo en reponerse». Según la especialista, pediatra, adjunta de la UCIP, lo normal es que estuviese unas semanas asistido, «hasta que pueda trabajar su pulmón», y así ha sido.
La doctora Belda agradecía y resaltaba ya en su día a través de las ondas «la colaboración con el Ejército y con el Servicio de UCI Pediátrica de Son Espases, como de Transporte Balear», calificando la colaboración de «estupenda» y dándoles máximas facilidades. Era la primera ocasión en que afrontaban un traslado en un avión militar y el decimotercero fuera del 12 de Octubre. Desde entonces se han sucedido visitas al pequeño de algunos de los militares participantes. Además, los padres, que están muy agradecidos con todos los que han salvado a su hijo le dan «cariño y cuidado» a Adolfo, lo que «es fundamental para la recuperación».
Lo próximo será la vuelta a casa, en un plazo que la especialista no se atreve a aventurar y ya podrá ser en un avión convencional. Atrás quedará como un recuerdo y una anécdota en su vida una operación «no frecuente», en la que siete profesionales sanitarios desde Madrid, que trabajaron 24 horas seguidas, sin descanso, desde el tiempo de espera y preparativos hasta que le pudieron dejar en la UCIP, y las prácticamente tres semanas en esa Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos que han seguido a su paso a Planta.