Muchas mujeres siguen padeciendo en silencio en el hogar. Pero, además, también hay quienes se han atrevido a denunciar e iniciar una “nueva vida” alejadas de los hombres que las agredían físicamente y / o verbalmente, que se encuentran desamparadas.
esradio971.com recuerda el caso de una mujer que debería estar doblemente protegida y a la que las instituciones dan la espalda. Víctima de violencia de género y con una discapacidad física derivada de un accidente, no puede atender un alto régimen de visitas impuesto por el juez para que el padre, condenado por maltrato, pueda ver a los dos hijos que tuvieron en común durante su matrimonio. Su salud se resiente y más de mil personas ya se han solidarizado con ella y su situación.
La petición lanzada a través de change.org ha encontrado una respuesta que no han ofrecido los organismos públicos que la deberían proteger, la mayoría de ellos con responsables «progresistas», que se definen como defensores de las mujeres e incluso «feministas».
Sólo se trataría de ‘adaptar’, siguiendo lo que marca la Ley. Al parecer, el juez no tiene en cuenta sus problemas físicos, que se han agravado, y las instituciones y organismos públicos a cuyas puertas ha tocado dicen que no pueden hacer nada. Su petición sólo encuentra negativas y eso que la situación ya se ha prolongado muy por encima del periodo previsto para el paso de niños por el ‘punto de encuentro’. Lleva prácticamente tres años siguiendo la exigencia del magistrado, cuando el periodo máximo es de 18 meses. Su llamada de auxilio es casi desesperada. La lanzó a través de esRadio97.1 hace más de medio año (asegurando además que su ex marido la quería enviar a la cárcel) y actualmente cuenta con el apoyo de centenares de personas que se solidarizan con ella y que tampoco entienden cómo se le impone tener que llevar prácticamente a diario a sus hijos al “punto de encuentro” para que pasen unas horas con su padre, sobre el que pesa una orden de alejamiento de la mujer.
Inma y Amparo, otras dos víctimas de violencia de género pedían ayuda a través de las ondas para esta mujer, a la vez que anunciaban la puesta en marcha de una iniciativa en internet, que desde entonces ha recogido ya más de mil firmas. A través de change.org lanzaron su «SOS por terrible discriminación institucional contra (una víctima de violencia de género) discapacitada con movilidad reducida». https://www.change.org/p/ministerio-de-sanidad-servicios-sociales-e-igualdad-s-o-s-terrible-discriminación-institucional-contra-discapacitada-con-movilidad-reducida? https://bit.ly/2An8WYD
Los políticos defensores de los derechos de las mujeres remiten al juez, asegurando que no pueden hacer nada por ella, pero la lucha no es sólo de una víctima de maltrato, sino también de sus hijos, las víctimas más débiles, que sufren igualmente en silencio a pesar de su corta edad (5 años). Además, Inma y Amparo intentan poner en marcha una asociación para defender sus intereses y aseguran que se suceden las trabas y los problemas de las administraciones, actualmente con gobernantes de fuerzas que se dicen más sensibles que ninguna con las mujeres y sus problemáticas. Mientras, el Movimiento Feminista de Mallorca, pedía en su multitudinaria manifestación en Palma (imagen en el Borne el pasado 25 de noviembre), el fin a la «violencia institucional», a la vez que también decía «no más jueces machistas» y añade, también a través de redes sociales, «o esto se arregla o no nos moveremos de la calle».