Los restauradores de Mallorca se han constituido en plataforma abierta para defender las terrazas de la persecución del Pacto. La política del Ayuntamiento de Palma ya se ha cobrado puestos de trabajo, además de mermar negocios de multitud de establecimientos. Cansados de tanta indefensión han decidido clamar «basta ya», como explicaba su portavoz Alfonso Robledo en ‘Es la mañana de Baleares’, en esRadio97.1, a la vez que subrayaba su respeto por el descanso de los vecinos, apostando por la convivencia en los barrios y el centro de la ciudad.
En su constitución, la Plataforma lanza un reto al Pacto en Cort: a ver si se atreve a preguntar la opinión de los palmesanos, como hicieron con las terrazas del Borne en la legislatura pasada. Tras aquella contundente derrota del que se autoproclamó «Govern de la gent» nunca más promovió una consulta entre los ciudadanos. Sí a las Terrazas de Palma ha solicitado, con un acto arropado por muchos empresarios, que la institución municipal ponga en marcha “urgentemente” un referéndum popular sobre el futuro de estos espacios públicos.
“Nos consta que son muchísimos los vecinos que quieren las terrazas porque, entre otras cosas, son nuestros mejores clientes y el Ayuntamiento no puede apropiarse de la voz de los ciudadanos porque los restauradores también somos ciudadanos”. Por eso, ha explicado, “nos vemos obligados a exigirle al Ayuntamiento de Palma que les pida su opinión porque, bajo el aparente interés de preservar el descanso de los vecinos, está desarrollando un reglamento que va a acabar no solo con centenares de bares y restaurantes sino que va a acabar con un modelo de ciudad y convivencia en el que va a privar a los ciudadanos de disfrutar de nuestras calles y plazas” ha declarado Alfonso Robledo, presidente de Restauración Mallorca. “No es un capricho, es una llamada de auxilio, una medida de supervivencia”.
Sobre la posibilidad de que se ponga en marcha la consulta popular que solicita la Plataforma Sí a las Terrazas, desde la asociación consideran que no contemplan una negativa por parte de la institución municipal ya que “sus gobernantes forman parte de partidos que alardean y hacen bandera de las consultas populares”.
El Ayuntamiento, ha añadido, “está impulsando un proceso de centrificación que supone acabar con la vida en las calles para convertir la ciudad en un gran centro comercial, un resort solo para grandes marcas multinacionales que quieren un local en pleno centro para promocionar su imagen ante los ojos de los millones de turistas que nos visitan”.
Si seguimos así “el Ayuntamiento acabará matando la ciudad con horarios restrictivos que obligan a cierre de los bares y esto supone el despido de cientos de trabajadores del sector de la restauración”. Este ayuntamiento, ha explicado el también portavoz de la plataforma, “parece haber entrado en una espiral de despropósitos que va a acabar con miles de puestos de trabajo, obligará el cierre de los negocios y lo peor es que va a ser a costa de crear una ciudad muerta, insegura e inhóspita”.
Durante el acto convocado para los medios de comunicación en la Plaza de La Lonja, Robledo, acompañado por restauradores y comerciantes no sólo de la Lonja sino también de Blanquerna, Santa Catalina, Es Born, Playa de Palma, Antonio Maura y Plaza Mayor entre muchas otras zonas de Palma, ha recordado que en el año 2015 ya “intentaron acabar con las terrazas del Born y no lo consiguieron. Hicieron un referéndum y lo perdieron”. Desde entonces, ha dicho, “no han vuelto a consultar a los ciudadanos por miedo a que el resultado no sea el que ellos querían”.
Es muy importante recordar que La Lonja, actualmente, no está considerada zona de ‘marcha’ y que su principal actividad son los bares y restaurantes a los que la nueva normativa de Cort les obliga a cerrar, en plena temporada turística, a las once de la noche lo cual provoca que a partir de las nueve y media de la noche “nadie pueda sentarse a cenar porque a la media hora hay que empezar a recoger mesas y sillas”. Ante esta situación “¿alguien en su sano juicio cree que se puede mantener un negocio de restauración en la capital del turismo europeo cerrando a las once y enviando a los clientes a su casa?” ha concluido.
Respeto al descanso de los vecinos
“Restauradores y vecinos podemos vivir en paz y harmonía porque nosotros respetamos el descanso de los vecinos, cumplimos las normas, cuidamos a los vecinos y queremos a los vecinos porque ellos son nuestros clientes, son nuestros mejores clientes” ha declarado el presidente de Restauración Mallorca. “Las terrazas son perfectamente compatibles con el silencio y el respeto a los vecinos y si hay algún establecimiento que no cumpla nosotros seremos los primeros en exigir medidas contra dicho local pues si alguien no cumple, nos perjudica a todos”.
Si seguimos así, ha añadido, “Cort va a acabar con un modelo de ciudad en el que es posible la convivencia y dónde nos quieren privar de la libertad de sentarnos en una terraza a tomar un café o un refresco”.
En este sentido desde la Plataforma Sí a las Terrazas, conscientes de que la normativa restrictiva es obra de la anterior regidora Aurora Jhardi, recuerda que ahora tanto el alcalde de la ciudad, José Hila así como el regidor de Participación Ciudadana, Alberto Jarabo, tienen la oportunidad de rectificar “a favor del sentido común y el bien de la ciudad, de los pequeños negocios que regentamos y sobre todo el disfrute de vecinos y visitantes de nuestras plazas y calles”.