Los robos en viviendas han aumentado exponencialmente en las últimas semanas. El mes de octubre ha empezado con un incremento atípico de este tipo de delincuencia tras la temporada turística. Así lo ha explicado el detective Juan Carlos Cabanach en su sección semanal de Seguridad e Investigación en esRadio97.1.
El experto, en contacto estrecho con la Policía, señala que son “robos no profesionales, porque se llevan IPads, ordenadores y otros elementos, que los profesionales no cogen porque les comprometen, y está pasando en urbanizaciones próximas a Palma y en ocasiones con los moradores dentro». Según Cabanach, “la temporada turística ha sido muy corta y hay personas que se ven llevados a delinquir para subsistir”. En este sentido, el responsable del grupo empresarial de seguridad que lleva su nombre y que además de su conocida sección de investigación incluye Tasp, con alarmas y servicios de vigilancia, declaraba en ‘Es la mañana de Baleares’, que “me adhiero al pronóstico de los empresarios de un invierno frío”, en referencia a la situación económico-social y vaticinaba que la estación será “caliente en materia de delincuencia”.
Por otra parte, el mismo Cabanach, señalaba que “en contra de lo que parece, el hecho de que los ladrones no sean ‘profesionales’, es más peligroso, porque se pueden poner nerviosos al ser sorprendidos”. Ante esta situación, el especialista en seguridad e investigación recomienda “tomar medidas”. Cita las disuasorias alarmas y cuenta que, por ejemplo, que en algunas villas y zonas residenciales han sido requeridos servicios de vigilancia este mes e incluso en el interior de las viviendas por las noches.
A diferencia de años anteriores, en esta ocasión el aumento de robos en viviendas se ha producido tras la temporada turística. “Nunca había sido así”,explica Cabanach, “sino en julio-agosto, con la llegada de no residentes, que tienen segundas viviendas en Mallorca, y que traen dinero en efectivo, joyas, etcétera”. Con el coronavirus y las restricciones propias de la pandemia en cambio, no se produjeron apenas y “la gente se ha ido relajando y ahora que hay menos concurrencia en urbanizaciones aisladas se han producido estos robos de características nada profesionales”.
“Tenemos que implicarnos todos”, concluye Cabanach, “porque la seguridad depende primero de uno mismo”. Por supuesto, policías y guardias civiles, pero, además, el mismo experto, considera que también hay un problema social porque se introducen en la delincuencia personas “para subsistir”.